Fiesta de San Vicente

En invierno se celebran las fiestas en honor a San Vicente Mártir los días 22 y 23 de enero. Los llamados “mayordomos” son los habitantes de una vecindad que cambia de forma rotatoria cada año. Los mayordomos se reúnen y celebran una comida y contratan también la música para la misa y la procesión y un pequeño baile que se celebra durante la noche.

 


 

Fiesta de San Roque

En verano se celebran las fiestas en honor a San Roque el 16 y 17 de agosto. En realidad las fiestas empiezan ya el día 14, víspera de la festividad de Nuestra Señora, continúan el día 15 con dicha festividad y enlazan con San Roque y San Roque “el chico”, días 16 y 17 respectivamente. El día 18 de agosto se viene celebrando en los últimos años el día de la tercera edad y con este motivo se organizan diversas actividades para este colectivo. Las fiestas de San Roque acostumbraban, antiguamente, a ser menos celebradas y concurridas que las de San Vicente, celebradas en enero, dado que el verano era época de siega y el pueblo se mantenía muy ocupado con dichas tareas y no disponía de mucho tiempo para celebraciones. Actualmente, por el contrario, con la mecanización del campo, que ha reducido enormemente los trabajos agrícolas, el verano se ha convertido en época de ocio y además de reunión en el pueblo de muchos emigrantes que residen fuera. Durante esta estación, la población del pueblo aumenta sobre todo los días de las fiestas y, por ello las fiestas de San Roque son grandemente celebradas. Se organizan verbenas en la plaza del pueblo, campeonatos de fútbol, de juegos de mesa, de frontón, etc. Juegos infantiles, y, en ocasiones, novilladas u otros festejos taurinos. 

Fiesta de los Quintos

Los días 27 y 28 de Diciembre se celebra la Fiesta de los Quintos. Los Quintos eran los mozos que se sorteaban para el servicio militar cuando este era obligatorio, sin embargo la supresión del servicio militar no ha supuesto la desaparición de esta tradición que siguen celebrando los mozos que cumplen 18 años durante el año en curso.


La fiesta comienza el día 26 de Diciembre cuando los quintos salen a preparar su corrobla (hay quien relaciona la palabra con la comilona en pandilla, aunque otros entienden por corrobla la totalidad de la fiesta de los quintos). Para ello van pidiendo por las calles del pueblo. Los donativos solían ser en especie: chorizo, morcillas, tocino, garbanzos..., en ocasiones también se recibía dinero. Actualmente, se recibe solamente dinero, salvo rara excepción. Una parte de los donativos se apartaban para consumirse y el resto se subastaba para engrosar la caja. Durante el recorrido los quintos cantan esta copla:


se desata el pañizuelo

la mujer del hombre honrado

se desata el pañizuelo

para dar el aguinaldo


o bien esta otra:


somos los quintos de hogaño

del pueblo de Valdecarros

y venimos a esta casa

a pedir el aguinaldo


A las mozas se les recordaba con la siguiente copla que deberían pagar un impuesto al entrar en la misa cantada que se celebraba el día 27:

Mañana si vas a misa 

no te olvides la peseta

luego no vayas diciendo

que no la lleva completa


Conforme aumentaba coste de vida se iban pidiendo "dos pesetas" "tres pesetas" etc. Hasta que la copla se convirtió en esta:

Mañana si vas a misa 

no se te olvide el duro

luego no vayas diciendo

que no lo llevas seguro


Que siguió aumentando a "dos duros" "veinte duros" etc. y es la que actualmente se ha adaptado a la nueva moneda sustituyendo "duro" por "euro".


Entre los quintos se elegía, normalmente por sorteo, un alcalde, un teniente alcalde y un tesorero. Era el primero el que tenía potestad de poner el coto en las comidas, es decir colocar un trozo de pan en la fuente de modo imprevisto de manera que si alguien, sin advertirlo, seguía comiendo, se le imponía una multa que se sumaba a la caja. 


La Horca

La celebración más emblemática de la Fiesta de los Quintos es la Horca, que se celebra el 28 de Diciembre como remate final de la juerga.

No se sabe a ciencia cierta desde cuando se viene celebrando, aunque los más viejos aseguran conocerla de siempre.


En ella los quintos simulan un juicio y una ejecución. Para ello se disfrazan de varios personajes, entre los que no pueden faltar: el ahorcado, el verdugo, la mujer del ahorcado y normalmente también el cura. Pasean por el pueblo a lomos de un burro, el verdugo cabalgando de frente y el reo de espaldas, hasta llegar a la plaza, donde se encuentra un carro de bueyes empinado y sujeto con una escalera de mano. Allí se encaraman verdugo y reo y comienzan a leer versos que cuentan en tono jocoso anécdotas ocurridas en el pueblo durante el año que ya acaba, que normalmente involucran a los quintos.


Al final el verdugo dicta sentencia con la siguiente retaíla:


Por sus muchas fechorías

y porque ha hecho mucho mal

a este grandísimo indino

le vamos a ajusticiar.


Y seguidamente el reo queda colgando de una soga. A continuación se le baja y todos los quintos persiguen a las mozas para untarlas con mondongo de las matanzas que estaban por estas fechas en pleno apogeo.